¿Y qué tal si ahora construimos una fuente decorativa que fluya sin necesidad de motor alguno?

Este invento se debe a Herón y es la conocida fuente que lleva su nombre. En ella utilizó la presión del aire y del agua, para conseguir un surtidor permanente sin utilizar ningún motor para subir el agua.

Primero aprovecho para enseñaros cómo era la fuente primitiva, que tiene mucho encanto.

Y ahora os animo a construir una de diseño, pero las indicaciones vienen en inglés para que sea más gracioso.

Por cierto, a nosotros nos quedó parecida en el laboratorio. Si ya sé, puede mejorarse estéticamente, pero ¡la belleza está en el interior y lo importante es que la nuestra también funcionaba!

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